A propósito de Activismo LGBT


Asumir el reto de vivir no es una tarea fácil, pero las circunstancias particulares que viven algunas personas, hace que el simple hecho de seguir transformando oxigeno en dióxido de carbono sea toda una proeza. No creo que los esclavos africanos tuvieran muchos alicientes de seguir con vida después de haber sido desterrados de sus territorios, separados de sus familias y finalmente pasar toda una vida de penurias, abusos y trabajos forzados; probablemente más de una mujer en la edad media deseo la muerte antes que las agresiones y atropellos que ejecutaban sus maridos hacia ellas, amparados bajo el machismo socio – cultural y las divinas influencias eclesiásticas, ante las cuales no había ninguna defensa; estoy seguro que para muchos judíos fue un bálsamo ser envenenados en cámaras de gas, antes que tener que sopesar los maltratos, abusos y condiciones insalubres que se respiraban en los campos de concentración de la Alemania Nazi. Como dijo algún pensador cuyo nombre no recuerdo y tampoco me interesa: “hay personas que son reconocidas por lo que hicieron en sus vidas, pero muchos lo merecen porque a pesar de no haber sido grandes celebridades, tuvieron la valentía de tan solo existir”.

Somos muchos los que en nuestra niñez nos dimos cuenta que teníamos el reto de vivir de un modo más complicado que el resto de la gente; el ser una persona diversa solo fue un privilegio en la antigüedad clásica y de ahí en adelante solo ha sido un dolor de cabeza. Para rematar el patriarca Moisés y el admirable San Pablo apóstol nos pusieron las cosas más difícil al escribir aquellas homofóbicas palabras que probablemente nunca imaginaron que tendrían la relevancia casi universal que hoy tienen y que le dieron pie a la iglesia para perseguirnos de por vida. Nadie puede erigirse como juez, pero creo que a la final el mismísimo Dios los castigos por ello y por eso terminaron como terminaron; en fin eso no viene al caso en estos momentos.

La presidencia de la república de Colombia tiene razón: ”los héroes si existen”, han existido toda la vida. Lo fue Aristóteles cuando liberó al hombre del sagrado amor de los dioses y le permitió pensar, fueron esas mujeres que dedicaron y dieron su vida para que sus análogas pudieran tener condiciones económicas y políticas más justas, Rosa Parks , aunque no era la mujer maravilla, cambio el mundo cuando se negó a ceder una silla, Billie Holliday aunque no volaba, pudo alzar su melodiosa voz lo suficientemente alto como para dar un NO a los crímenes raciales y sobre todo, las locas escandalosas de Stonewall, son unas heroínas por haber hecho suficiente ruido como para que nuestros derechos dieran sus primeros pasos y ahora nosotros, sus descendientes podamos pensar cada sábado a que discoteca saldremos a dar saltos.

Los activistas del movimiento LGBT en cualquier parte del mundo son verdaderos héroes, ellos (y digo ellos porque a mí me falta demasiado para ser activista, solo soy un loco que escribe y dice cosas) tienen el suficiente amor propio, la suficiente convicción de lo que son y ante todo la suficiente valentía como para salir afuera y decir “no me pongan las patas encima”. No tienen complejo de vampiros para estar confinado a las sombras y ante todo tienen la valentía de ser libres para sí mismos e inclusive hacer algo por el prójimo.

Pero ¿Qué sería de nosotros sin esta maldita capacidad de menospreciarlo todo? Nos quejamos de la discriminación, lloramos sobre nuestras almohadas cuando alguien nos grita una barbaridad, nos martirizamos con la zozobra de no tener libertad para amar, pero ahí estamos, criticando y despotricando de los que hacen escándalo y se atreven a decir algo. Decimos que los activistas están locos, que son irrespetuosos y que quieren andar con un innecesario cartel diciendo lo que son. Yo le preguntaría a estos individuos que ni siquiera la denominación de maricas merecen ¿saben ustedes que hay países mas de 20 países en el mundo donde ser homosexual está penalizado con cadena perpetua e inclusive la muerte? ¿Saben ustedes que según el islam si tu hijo se evidencia tempranamente como homosexual tienes la libertad de abandonarlo para no manchar tu casa con la vergüenza del pecado? Entonces ustedes dirán: “!oh my god!, que retrógrados, entonces Colombia es un paraíso comparado con ellos” y saben algo, tienen razón, Colombia es un paraíso mis estimados, lo es gracias a esas locas que publican sus vidas, que gritan en las marchas, que trabajan por la igualdad de derechos, que no les importa salir a la calle con una bandera de arco iris por defender lo que son. Los héroes de los gays no son Batman y Robín que nunca hicieron público su flirteo, los héroes de nuestra comunidad son precisamente ELLOS.

Con esto, no quiero invitar a todos y a todas a ponerse un cartel y gritar en la esquina de sus casas lo que son. Sé por experiencia que existen muchas razones para guardar las apariencias, desde el miedo a la familia hasta que tu pareja sea un closetero. Razones que nadie tiene derecho a juzgar; lo que si me resulta intolerable, es la falta de apoyo a los que verdaderamente están haciendo algo para que el mundo sea un lugar más habitable, lo que le están allanando el camino a esos homosexuales que ahora son niños, pero que en un futuro cercano serán atacados por el desconcierto de sentir algo con lo que la sociedad ha marcado como equivocado. Así que si por lo menos no tenemos las huevas suficientes como para apoyar una marcha, tengamos la prudencia de respaldar el heroísmo de los demás con nuestro valiosísimo silencio.

Dedicado a los cincuenta valientes que se atrevieron a realizar la besatón en Cali.

Willy Diversia.

Barranquilla – Colombia

27 de Enero de 2011

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